Un bisturí llamado Hal: la cirugía del futuro ya no necesita médicos (ni suegra para opinar)

Según reporta El País, un equipo de científicos de Stanford y Johns Hopkins entrenó a un sistema quirúrgico robótico con inteligencia artificial para realizar —sin ayuda humana— varias de las 17 tareas necesarias para extirpar una vesícula biliar en cerdos. El resultado: precisión del 100%. Es decir, ni un rasguño fuera de lugar. Ni un “uy, eso no era”.

¿Su secreto? Aprender como lo hacen los médicos residentes: mirando videos y siguiendo instrucciones en lenguaje natural. Eso sí, el robot no se queja por las guardias, no exige aumentos y jamás pronuncia las palabras "residencia eterna".

Ya en 2022, el mismo equipo había logrado que un robot operara en un cerdo vivo, pero requería marcas especiales en los tejidos, como quien juega al "veo-veo" con bisturí. Ahora, el nuevo sistema se adapta a imprevistos como todo un experto... aunque sin Spotify en el quirófano.

El doctor Axel Krieger, líder del proyecto, dice que estamos entrando en una etapa donde los robots no solo ejecutan tareas, sino que comprenden procedimientos quirúrgicos. Sí, comprendieron lo que ni muchos alumnos de medicina después de tres cafés y dos parciales.

Eso sí, expertos como el cirujano español José Granell advierten que esto aún está lejos de reemplazar a los humanos, sobre todo porque los tejidos blandos —como los de los pacientes reales— son más impredecibles que el resultado de un partido del VAR.

Y además, por si hacía falta un giro filosófico, algunos se preguntan: ¿puede un robot seguir el juramento hipocrático si no tiene voz para prometer nada? ¿Y si un día se rebela y decide no operar más vesículas, sino egos?

Mientras tanto, los humanos seguimos siendo los únicos que entramos al quirófano con miedo… y salimos con selfies.