Por Dr. Pancracio Obsoleto - Ex profesor de Historia, actual influencer de TikTok
Queridos lectores, hoy vengo a celebrar con ustedes el momento más luminoso de la historia humana: el cierre definitivo de todas las universidades y bibliotecas del planeta. ¡Por fin! Después de siglos de tiranía académica, la humanidad se ha dado cuenta de que todo lo que necesitamos está a un clic de distancia. ¿Para qué perder cuatro años en una carrera cuando YouTube puede enseñarte lo mismo en videos de 10 minutos con música electrónica de fondo?
La prehistoria de los profesores de historia
Como ex profesor de Historia (una profesión tan obsoleta como fabricante de pergaminos), puedo confirmar que mis colegas y yo éramos básicamente dinosaurios con tiza. Imagínense: ¡pretendíamos que los estudiantes leyeran libros enteros! Libros de papel, con páginas que había que pasar manualmente, sin hipervínculos ni ventanas emergentes. Una barbaridad medieval.
Ahora, gracias a la Wikipedia, cualquier adolescente puede convertirse en experto en la Revolución Francesa en exactamente 3 minutos y 47 segundos. ¿Contexto histórico? ¿Análisis crítico? ¿Fuentes primarias? Por favor, eso es del siglo pasado. Si no cabe en un meme, no vale la pena saberlo.
Mis antiguos colegas de filosofía están particularmente devastados. Pasaron décadas estudiando a Kant, Hegel y Nietzsche, solo para descubrir que un generador de frases motivacionales con fondo de atardecer hace exactamente el mismo trabajo. "Vive, ríe, ama" ha reemplazado efectivamente toda la filosofía occidental, y honestamente, es mucho más fácil de entender.
Las bibliotecas: cementerios de árboles muertos
Las bibliotecas, esos mausoleos del conocimiento analógico, finalmente cerrarán sus puertas. ¿Para qué mantener edificios enormes llenos de libros cuando todo está en PDF pirata? Los bibliotecarios, esos guardianes del silencio sepulcral, pueden finalmente dedicarse a carreras más útiles, como administradores de grupos de WhatsApp.
He visitado la última biblioteca universitaria antes de su demolición. Era patético: estantes y estantes de libros que nadie había tocado en años, porque obviamente es más fácil copiar y pegar de internet que leer 500 páginas sobre el Imperio Romano. Vi a un estudiante de doctorado llorando entre las ruinas de la sección de manuscritos antiguos. Le dije: "Tranquilo, seguro hay un resumen en YouTube". No pareció consolarse.
Los arquitectos ya tienen planes para convertir las antiguas bibliotecas en centros de carga para celulares. Un uso mucho más práctico del espacio, sin duda. Donde antes había salas de lectura silenciosa, ahora habrá estaciones de selfies con buena iluminación.
La democratización del conocimiento (o cómo todos somos expertos ahora)
Lo hermoso de esta nueva era es que todos somos expertos en todo. Mi vecino, que antes era plomero, ahora es epidemiólogo gracias a unos videos de Facebook. Mi peluquera se convirtió en astrofísica después de ver un documental de conspiración sobre la tierra plana. Y yo, que dedicaba horas preparando clases sobre la Segunda Guerra Mundial, ahora simplemente comparto memes históricos inexactos. Es liberador.
Los médicos están particularmente entusiasmados. ¿Para qué estudiar 10 años cuando los pacientes llegan con el diagnóstico de Google impreso? "Doctor, tengo cáncer, gripe aviar y posiblemente peste bubónica. Lo dice WebMD". Los años de anatomía, fisiología y patología reducidos a una búsqueda de 0.42 segundos.
Los abogados tampoco se quedan atrás. ¿Constitución? ¿Jurisprudencia? ¿Precedentes legales? Nada que un buen thread de Twitter no pueda resolver. He visto juicios enteros decididos por cuántos likes tiene cada argumento.
El nuevo modelo educativo: Universidad de TikTok
Las nuevas generaciones son afortunadas. Mientras nosotros, los antiguos, perdíamos tiempo en aulas polvorientas escuchando a profesores explicar teorías complejas, ellos aprenden todo en videos de 60 segundos con transiciones epilépticas y música de reggaetón.
He aquí el nuevo plan de estudios:
- Física Cuántica: 3 videos de TikTok con gatitos
- Literatura Universal: Resúmenes de Wikipedia leídos por Alexa
- Medicina: Tutoriales de primeros auxilios hechos por influencers sin preparación médica
- Ingeniería: "Construye un puente con palitos de helado" en Pinterest
- Economía: Consejos de inversión de celebridades que quebraron tres veces
La tesis doctoral ha sido reemplazada por un hilo de Twitter. La defensa oral ahora es un video de Instagram Stories. Las publicaciones académicas peer-reviewed son cosa del pasado; ahora todo se valida por el número de compartidas.
Los laboratorios virtuales: Porque explotar cosas en la vida real es peligroso
Los laboratorios de química han sido reemplazados por simuladores online donde nada puede salir mal. ¿Mezclar ácido sulfúrico con bases fuertes? Click, click, y listo. Ningún estudiante perderá cejas nunca más. Los futuros químicos aprenderán que todas las reacciones terminan con una animación de fuegos artificiales y un "¡Felicidades!"
Los estudiantes de medicina practican cirugías en apps donde el paciente siempre sobrevive si mantienes el dedo en la pantalla el tiempo suficiente. "Operación exitosa" dice el celular, mientras el futuro cirujano celebra su high score.
La investigación científica ahora consiste en hacer encuestas en Instagram Stories. "¿Creen que este medicamento funciona? A) Sí ❤️ B) No 👎". La revisión por pares es ver cuántos influencers comparten tu post.
La nostalgia inútil de los académicos
Por supuesto, quedan algunos nostálgicos. Profesores eméritos que insisten en que "el pensamiento crítico no se puede googlear" o que "la investigación rigurosa requiere más que copiar y pegar". Pobres almas perdidas en el pasado, aferradas a sus metodologías obsoletas y sus citas en formato APA.
He visto a doctores en filosofía vendiendo sus bibliotecas personales por peso. Tomos de Aristóteles usados como posavasos. Primeras ediciones de Darwin convertidas en decoración hipster. Es el círculo de la vida académica: del conocimiento al objeto decorativo.
Los ex rectores universitarios ahora son coaches de vida en LinkedIn, compartiendo frases motivacionales sobre "reinventarse" y "abrazar el cambio". "De dirigir una universidad a vender cursos de crecimiento personal en 10 fáciles pasos". El último vendió su toga y birrete en Mercado Libre.
El futuro brillante de la ignorancia ilustrada
Mirando hacia adelante, el futuro es prometedor. Sin la carga de tener que realmente saber cosas, la humanidad es libre de opinar sobre todo con la confianza que solo da la ignorancia respaldada por búsquedas de Google.
Los debates intelectuales ahora se resuelven por quien grita más fuerte en los comentarios. La verdad es democrática: si suficientes personas comparten una mentira, se convierte en hecho. Los fact-checkers son los nuevos herejes, perseguidos por intentar arruinar la fiesta con sus "datos" y "evidencias".
Las nuevas generaciones no sabrán lo que se pierden. Nunca experimentarán el placer de descubrir una idea compleja después de horas de estudio, ni la satisfacción de entender finalmente un concepto difícil. Pero hey, tendrán GIFs animados para expresar cualquier emoción humana, así que supongo que es un intercambio justo.
Conclusión: El triunfo de la mediocridad instantánea
Así que brindemos por el fin de las universidades, las bibliotecas y el conocimiento profundo. Celebremos esta nueva era donde todos somos expertos en todo y nadie sabe realmente nada. Donde un tutorial de YouTube vale más que un doctorado y donde los memes son la nueva literatura universal.
Como sociedad, hemos decidido colectivamente que pensar es demasiado trabajo. Y honestamente, ¿quién soy yo para juzgar? Después de todo, este artículo lo escribí consultando ChatGPT, tres blogs random y un video de un YouTuber de 19 años que se hace llamar "El Profe Cool 420".
Mi consejo para las futuras generaciones es simple: no pierdan tiempo estudiando. Todo lo que necesitan saber está en Internet, probablemente resumido en un video con música trap de fondo y emojis explicativos. Y si algo no está en Internet, probablemente no valga la pena saberlo.
Ahora, si me disculpan, tengo que ir a grabar mi próximo TikTok sobre "La caída del Imperio Romano explicada con bailes virales". Porque si algo nos enseñó el cierre de las universidades, es que el conocimiento que no entretiene, no sirve.
PD: Si encontraron errores históricos, gramaticales o lógicos en este artículo, les recuerdo que ya no existen autoridades académicas para corregirme. Checkmate, intelectuales.